domingo, 6 de julio de 2014

Comienza un nuevo sueño

 Muchas cosas buenas quedan de la participación de Colombia en este Mundial. Pero la más importante para mí, como empresaria, es ese cambio de paradigma en cuanto al futuro. La mayoría de los colombianos, que no hacemos planes a más de un año, ya nos estamos preparando para las justas mundialistas de Rusia 2018. Esa visión es la que necesitamos en todos los ámbitos de nuestra vida para seguir construyendo un país que crece y se desarrolla.

Y somos los empresarios los llamados a incentivar esas visiones en nuestros entorno: los colaboradores, los proveedores, los clientes y las familias. Sólo de esa manera se podrán realizar inversiones de largo plazo, con proyecciones serias y comprometidas. Es cierto que en el mundo actual muchas cosas cambian todos los días, pero cuando se tiene una visión inspiradora de lo que podemos llegar a ser simplemente se ajustan los planes y las metas se mantienen firmes.

En la base de todo está la pasión. Esa increíble energía que todos vimos brotarle por los poros a James Rodríguez y a Mario Alberto Yepes, quienes lo dejaron todo en la cancha, incluso las lágrimas. Es esa fuerza que nace del corazón la que logra cosas grandes y concreta sueños que parecían imposibles.

Ahora viene lo más importante: seguir trabajando en este proyecto de selección que por fin nos unió a todos. La meta es de largo aliento, sólo de esa forma se puede llegar a ocupar un lugar entre los grandes. Y los empresarios así lo debemos entender. No son cinco, diez, ni quince años de esfuerzos.

Muchas veces para sentir que hemos cumplido se requieren 30 o 40 años de trabajo, con pasión y con el mismo compromiso del primer día.  En el mundo de los negocios la carrera no es de velocidad, es de resistencia. Aquí no sobrevive quien gana en los cien metros, se consolida el que logra correr la maratón. Y para lograrlo hay que entrenar mucho, fracasar, levantarse y volver a la competencia.






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