En las últimas semanas he tenido la oportunidad de
cuestionar el cómo de mi quehacer como gerente de una pequeña empresa.
Curiosamente, las respuestas han venido saliendo de manera sencilla y paulatina
a partir de una reflexión: Concentrar el 90% de mi esfuerzo en la ejecución del
día a día me deja sólo un 10% para planear y ejecutar con miras hacia el
futuro.
Por mero accidente,
hice un alto en mi rutina y viajé a San Francisco para conocer cómo funciona el
ecosistema de emprendimiento de Silicon Valley, gracias a una convocatoria de
Innpulsa Colombia y Connect Bogotá. Esos cinco días de maratónicas visitas y
conferencias me han dejado grandes lecciones, que espero impacten muy positivamente
en el desarrollo de mi negocio.
Lección No. 1: el networking está en la calle. Es imposible
generar una red de negocios y aliados desde la cómoda silla de una oficina.
Conocí a por lo menos 50 personas que con toda seguridad aportarán un gran
valor a mi negocio y a mi vida personal. No solamente los compañeros de viaje,
con algunos de los cuales logré entablar un principio de sinergias muy
interesante, también con conferencistas y empresarios. Y todos los personajes con los que nos reunimos en California nos enfatizaron sobre la intensidad de sus actividades sociales: desayunos, almuerzos, cenas, reuniones de conocimiento, eventos...un sinfín de situaciones a las que asisten porque saben que en todas ellas hay oportunidades de negocio.
Lección No. 2: el mundo se mueve más rápido que nuestros
negocios. La única manera de estar un paso adelante de los competidores es
palpando las tendencias y las necesidades de los consumidores. Y eso sólo se
logra cuando abandonamos el confort de nuestra ciudad y nuestro país y vemos lo
que pasa en regiones más exigentes y densas. También cuando volvemos a la 'línea de combate' y nos sentamos con los clientes para conocer qué hacen, cómo lo hacen y qué quieren.
Lección No. 3: Estamos conectados a nivel global. Sin
importar que actuemos desde una ciudad pequeña, mediana o grande, los avances
en telecomunicaciones y tecnología nos interconectan con los negocios en
América del Norte, Asia y Europa.
Lección No. 4: el cambio es una bendición. Puede resultarnos
incómodo, agresivo, desgastante y hasta deprimente en ciertos casos, pero
gracias al cambio es que evolucionamos como empresarios y personas. En lugar de
luchar contra todo lo que el cambio supone debemos abrazarlo con emoción y
desempolvar ese espíritu de aventura que tenemos guardado muy en el fondo de
nuestros corazones, el cual muchos denominamos como Espíritu Emprendedor.
Lección No. 5: tenemos que actuar YA y vernos como sujetos
con un alto impacto social. La cotidianidad es la amenaza más grande para todos
nosotros, para nuestras relaciones de pareja, de amistad, nuestras empresas y nuestro país.
Sacudirnos de lo rutinario, intentar nuevos proyectos, aprender otros idiomas, hacer
más viajes, probar otras comidas, tomar nuevos cursos son una excelente manera
de mantener viva nuestra capacidad de aprender.
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