Cuando
era una niña jugábamos al famoso teléfono roto con los amigos del barrio. De
una frase que empezaba más o menos como “quiero mucho a mi papá”, terminábamos
6 amiguitos después con una del estilo “quiero pollo con papas”. Pues bien,
este juego lo hemos vivido muchos en nuestras empresas. A diario gastamos horas
valiosas, papeleos costosos y procesos largos intentando comunicarnos con los
otros para exponer nuestras necesidades. Infortunadamente, en la mayoría de los
casos terminamos recibiendo un pollo con papas cuando lo que queríamos era
firmar ya los papeles.
En
fin, estos problemas de comunicación se dan en todas las esferas de nuestras
vidas. En la pareja, con los hijos, nuestros padres y nuestros colegas. ¿Por
qué pasa esto con tanta frecuencia? En mi caso, he concluido que se debe a mi
manía de suponer que la gente entiende mis gustos y requerimientos. Puede ser
por comodidad que no llego al punto de reconfirmar o parafrasear con mi
interlocutor lo que hemos venido conversando. En otras oportunidades, temo
lastimar el ego del otro si le pregunto ¿podrías por favor confirmar qué
entendiste de esta conversación?
Es
tan complejo este asunto que hemos optado por grabar las reuniones con clientes
para verificar el mensaje pues en muchas ocasiones ocurrió que las tres persona
que asistimos a una negociación entendimos cosas totalmente diferentes. En esta
situación intervienen muchos aspectos. Uno de ellos es la marca cultural que
traemos todos y un ejemplo sencillo es descifrar el significado de charro. En
el Valle esa palabra quiere decir malo, aburrido, flojo. Pero en Antioquia es
sinónimo de divertido, chistoso o simpático. ¡Ve qué tan charro!
Lo
mismo está pasando con el Gobierno y el presidente Santos en particular. Un
ejemplo sencillo tiene que ver con el anuncio de detener las negociaciones de
TLC’s y acelerar en materia de política industrial. Desde que se supo la
noticia he leído cuanta noticia, comunicado y entrevista se ha publicado y aún
no logró descifrar qué quiso decir el Minhacienda con su anuncio. ¿Vamos a
cerrar el ciclo de los 18 TLC’s?¿Dejaremos las cosas como están hoy? Ni
siquiera una entrevista con el ministro Sergio Diaz Granados despejó mis dudas.
Y
esto ha venido pasando en muchos asuntos oficiales. Por eso no se nos hace raro
que estemos ad portas de un paro que promete paralizar el país, pues si así
como ni siquiera han logrado explicar bien un anuncio sencillo como el de los
tratados de libre comercio me imagino los enredos conceptuales que armarán en
la mesa de diálogo con los representantes del agro, los transportadores y
demás. El asunto es grave pues se trata de llegar a entendimientos claros con
personas que vienen de mundos diferentes: burócratas vs empresarios, o
políticos vs agricultores.
Lo peor es que ahora el presidente Santos respondiendo
a los clamores de mano dura que muchos han hecho se envalentonó y anunció
medidas fuertes para quienes marchen ese día, incluso acusó a un Congresista de
orquestar estos movimientos sin tener pruebas claras sobre el asunto. La mejor
recomendación es que el Presidente no se fíe de los mensajes que le mandan con
sus burócratas y más bien verifique con los actores principales cuáles son las
quejas de los agricultores, transportadores y empresarios, en general. Así no
tendrá que arrepentirse cuando le llegue un pollo con papa en lugar de un buen
Acuerdo para la patria.
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