martes, 23 de julio de 2013

Aló, teléfono roto

Cuando era una niña jugábamos al famoso teléfono roto con los amigos del barrio. De una frase que empezaba más o menos como “quiero mucho a mi papá”, terminábamos 6 amiguitos después con una del estilo “quiero pollo con papas”. Pues bien, este juego lo hemos vivido muchos en nuestras empresas. A diario gastamos horas valiosas, papeleos costosos y procesos largos intentando comunicarnos con los otros para exponer nuestras necesidades. Infortunadamente, en la mayoría de los casos terminamos recibiendo un pollo con papas cuando lo que queríamos era firmar ya los papeles.

En fin, estos problemas de comunicación se dan en todas las esferas de nuestras vidas. En la pareja, con los hijos, nuestros padres y nuestros colegas. ¿Por qué pasa esto con tanta frecuencia? En mi caso, he concluido que se debe a mi manía de suponer que la gente entiende mis gustos y requerimientos. Puede ser por comodidad que no llego al punto de reconfirmar o parafrasear con mi interlocutor lo que hemos venido conversando. En otras oportunidades, temo lastimar el ego del otro si le pregunto ¿podrías por favor confirmar qué entendiste de esta conversación?

Es tan complejo este asunto que hemos optado por grabar las reuniones con clientes para verificar el mensaje pues en muchas ocasiones ocurrió que las tres persona que asistimos a una negociación entendimos cosas totalmente diferentes. En esta situación intervienen muchos aspectos. Uno de ellos es la marca cultural que traemos todos y un ejemplo sencillo es descifrar el significado de charro. En el Valle esa palabra quiere decir malo, aburrido, flojo. Pero en Antioquia es sinónimo de divertido, chistoso o simpático. ¡Ve qué tan charro!

Lo mismo está pasando con el Gobierno y el presidente Santos en particular. Un ejemplo sencillo tiene que ver con el anuncio de detener las negociaciones de TLC’s y acelerar en materia de política industrial. Desde que se supo la noticia he leído cuanta noticia, comunicado y entrevista se ha publicado y aún no logró descifrar qué quiso decir el Minhacienda con su anuncio. ¿Vamos a cerrar el ciclo de los 18 TLC’s?¿Dejaremos las cosas como están hoy? Ni siquiera una entrevista con el ministro Sergio Diaz Granados despejó mis dudas.

Y esto ha venido pasando en muchos asuntos oficiales. Por eso no se nos hace raro que estemos ad portas de un paro que promete paralizar el país, pues si así como ni siquiera han logrado explicar bien un anuncio sencillo como el de los tratados de libre comercio me imagino los enredos conceptuales que armarán en la mesa de diálogo con los representantes del agro, los transportadores y demás. El asunto es grave pues se trata de llegar a entendimientos claros con personas que vienen de mundos diferentes: burócratas vs empresarios, o políticos vs agricultores.


Lo peor es que ahora el presidente Santos respondiendo a los clamores de mano dura que muchos han hecho se envalentonó y anunció medidas fuertes para quienes marchen ese día, incluso acusó a un Congresista de orquestar estos movimientos sin tener pruebas claras sobre el asunto. La mejor recomendación es que el Presidente no se fíe de los mensajes que le mandan con sus burócratas y más bien verifique con los actores principales cuáles son las quejas de los agricultores, transportadores y empresarios, en general. Así no tendrá que arrepentirse cuando le llegue un pollo con papa en lugar de un buen Acuerdo para la patria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario