Ojalá que el presidente Santos hubiera aprovechado la
manejada de yipao y camión, en Armenia hace unos meses, para intentar llegar a
Bogotá por tierra en vez de tomarse nada más la foto para la noticia. Así
habría comprobado el avance de su política de infraestructura: hace 3 años se
hacía el trayecto Bogotá- Cali en 9 – 10 horas, hoy se gasta uno ¡14-15 horas!
Qué logros en competitividad, si eso es en carro particular no me imagino lo
que se demora una tractomula. Eso sí, para seguir buscando TLC les rindió.
El dichoso viajecito no lo hacía por tierra desde hace un
año, en diciembre preferí el avión por el tema del invierno. Pero convencida de
que en verano y con tanto anuncio de avances en la ejecución de infraestructura
la cosa iba a salir muy bien decidimos aventurarnos. Aquí va un resumen del
viacrucis:
Estación 1. Salida por Soacha: a mi esposo se le ocurrió la
brillante idea de salir por ese despelotado municipio. La vía está hecha a
pedazos, se atraviesan motos, busetas, bicicletas, en un tramo hay cuatro
carriles y en el siguiente apenas dos. Dos horas de recorrido desde la avenida
ElDorado hasta el peaje de Suchacá.
Estación 2. La ’dizque’ doble calzada a Girardot: Trancón en
ambos carriles desde Chusacá hasta Fusagasugá, con tramos que pasaban de dos a
un solo carril. Un pequeño envión rápido y nuevamente fila en el tramo de la
variante Melgar hasta Tolemaida porque no han avanzado casi nada desde que pasé
por ahí hace un año largo. Cuatro horas de recorrido desde Chusacá hasta la
variante a El Espinal.
A esas alturas ya estaba a punto de pedir que nos
regresáramos y compráramos el tiquete aéreo, pero las filas de carro estaban en
los dos sentidos, así que estoicamente me tragué mis ideas y continuamos.
Estación 3. Tramo Ibagué – Calarcá (La Línea): Trancón de 1
hora en la vía antes de Cajamarca, por reducción del carril. Más adelante, de
nuevo, reducción a un solo carril, apenas empezando la vía y justo antes del
peaje. Media hora para que pasaran los que iban, luego media hora para los que
venían. El panorama es desolador: varios viaductos sin terminar se ven
abandonados y presa de la maleza y el dichoso túnel no tiene cara de avances
significativos. Dos horas de recorrido
en ese tramo.
Hasta que por fin llegamos al Quindío y muy rápidamente a la
doble calzada del Valle. No sé cuántos años lleva construida esta red vial, pero no se compara con el desastre
de vías que tiene la capital del país. Claro, me dicen que la vía a Buenaventura es otro desastre, no se ven grandes logros en lo que será 'la perla logística' de este Gobierno.
Señor Presidente, señor Ministro de Comercio, señora
Ministra de Transporte, dejen de andar echando carreta y prendan la maquinaria
a ver si por fin le abrimos vías decentes a nuestros empresarios pues no
sacamos nada echando el cuento de que hay que invertir en reconversión y
transformación productiva cuando no han sido capaces de terminar la dichosa ‘dizque’
doble calzada a Girardot. Y paren esa idea de que tenemos potencial en
turismo, vergonzoso que venga un extranjero, se salve de un paseo millonario,
lo invitemos a darse una vueltica por la sabana y más se demore en llegar a su
destino que en tener que devolverse para su tierra.
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