lunes, 8 de julio de 2013

A mover la maquinaria

Ojalá que el presidente Santos hubiera aprovechado la manejada de yipao y camión, en Armenia hace unos meses, para intentar llegar a Bogotá por tierra en vez de tomarse nada más la foto para la noticia. Así habría comprobado el avance de su política de infraestructura: hace 3 años se hacía el trayecto Bogotá- Cali en 9 – 10 horas, hoy se gasta uno ¡14-15 horas! Qué logros en competitividad, si eso es en carro particular no me imagino lo que se demora una tractomula. Eso sí, para seguir buscando TLC les rindió.

El dichoso viajecito no lo hacía por tierra desde hace un año, en diciembre preferí el avión por el tema del invierno. Pero convencida de que en verano y con tanto anuncio de avances en la ejecución de infraestructura la cosa iba a salir muy bien decidimos aventurarnos. Aquí va un resumen del viacrucis:

Estación 1. Salida por Soacha: a mi esposo se le ocurrió la brillante idea de salir por ese despelotado municipio. La vía está hecha a pedazos, se atraviesan motos, busetas, bicicletas, en un tramo hay cuatro carriles y en el siguiente apenas dos. Dos horas de recorrido desde la avenida ElDorado hasta el peaje de Suchacá.

Estación 2. La ’dizque’ doble calzada a Girardot: Trancón en ambos carriles desde Chusacá hasta Fusagasugá, con tramos que pasaban de dos a un solo carril. Un pequeño envión rápido y nuevamente fila en el tramo de la variante Melgar hasta Tolemaida porque no han avanzado casi nada desde que pasé por ahí hace un año largo. Cuatro horas de recorrido desde Chusacá hasta la variante a El Espinal.

A esas alturas ya estaba a punto de pedir que nos regresáramos y compráramos el tiquete aéreo, pero las filas de carro estaban en los dos sentidos, así que estoicamente me tragué mis ideas y continuamos.

Estación 3. Tramo Ibagué – Calarcá (La Línea): Trancón de 1 hora en la vía antes de Cajamarca, por reducción del carril. Más adelante, de nuevo, reducción a un solo carril, apenas empezando la vía y justo antes del peaje. Media hora para que pasaran los que iban, luego media hora para los que venían. El panorama es desolador: varios viaductos sin terminar se ven abandonados y presa de la maleza y el dichoso túnel no tiene cara de avances significativos.  Dos horas de recorrido en ese tramo.

Hasta que por fin llegamos al Quindío y muy rápidamente a la doble calzada del Valle. No sé cuántos años lleva construida esta  red vial, pero no se compara con el desastre de vías que tiene la capital del país. Claro, me dicen que la vía a Buenaventura es otro desastre, no se ven grandes logros en lo que será 'la perla logística' de este Gobierno.


Señor Presidente, señor Ministro de Comercio, señora Ministra de Transporte, dejen de andar echando carreta y prendan la maquinaria a ver si por fin le abrimos vías decentes a nuestros empresarios pues no sacamos nada echando el cuento de que hay que invertir en reconversión y transformación productiva cuando no han sido capaces de terminar la dichosa ‘dizque’ doble calzada a Girardot. Y paren esa idea de que tenemos potencial en turismo, vergonzoso que venga un extranjero, se salve de un paseo millonario, lo invitemos a darse una vueltica por la sabana y más se demore en llegar a su destino que en tener que devolverse para su tierra.

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