Si quiere aprender de técnicas efectivas de negociación lo único
que tiene que hacer es fijarse en su hijo y si no tiene entonces préstele
atención a sus sobrinos para que compruebe que no hay vendedores más efectivos
que esos pequeños mercaderes. He aquí algunas de las técnicas probadas con
efectividad por mis pequeños y varios de los hijos de mis conocidos.
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No significa tal vez: puede que usted le haya dicho que no va a
comprarle el helado, el perro o el juguete unas 10 veces pero ellos jamás se
rendirán. Durante todo el tiempo que permanezcan cerca de su objetivo se
mantendrán firmes en su solicitud, llegando a alterar tanto su paciencia que
usted muy probablemente terminará cediendo.
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El
regateo siempre es efectivo: con tal de alcanzar su objetivo, buscarán
darle una serie de opciones que para usted serán viables en algún momento de la
disputa. Entonces no comprará el hot wheels de $50 mil sino el de $30 mil y en
lugar de una hamburguesa doble con queso se transará por un combo completo pero
sencillo. Usted quedará feliz, porque impuso su criterio, pero en realidad lo único
que hizo fue dejarse llevar por las técnicas de su experto regateador.
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Los
influenciadores son un arma poderosa: los niños sí que saben del concepto
de influenciador. En su larga lista se incluyen, en orden de importancia, los
abuelos, las tías (especialmente las solteronas sin hijos) y las madrinas. Si papá
o mamá han decidido que no es no, entonces apelarán a la fuerza más poderosa
del universo: la voz de la abuela que se confabulará para lograr que al pobre nieto
le den lo que tanto pide. Si no logra convencer a los papás, en pocos días
aparecerá el regalo envuelto entre una linda bolsa de regalo.
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La
constancia vence lo que la dicha no alcanza: si usted sobrevivió a los tres
niveles anteriores, prepárese para el acoso más incesante del que se tenga
noticia. Su hijo mantendrá el tema presente y cada vez que pase por el sitio en
donde tienen su objeto del deseo volverá a insistir con tanta vehemencia que en
algún punto usted tomará la decisión de rendirse a semejante acoso.
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Una gota
de miel puede más que un litro de hiel: Los pocos que han logrado llegar a
este punto sin ceder no tendrán alternativa en la fase del arrunche. La
manipulación viene de fábrica y podrá ver que hasta el chiquitín de un año apela
a la infalible técnica de la zalamería para alcanzar sus objetivos: una onza
más de tetero, acostarse en la cama de sus papás, comerse una galleta de más o
acostarse tarde. Si su hijo mayor lo sorprende ofreciéndose para lavar la loza
sucia, cuelga la ropa recién lavada y hasta tiende su cama es porque tiene una
solicitud en salmuera. ¿Será que usted se resiste a eso?
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