Si algo ha removido los cimientos del
mundo de los negocios es la tecnología, que llegó primero disfrazada de burbuja
e ilusionó a millones con la idea de volverlos millonarios con iniciativas
basadas en proyecciones y sueños. Pero ni siquiera el desplome de las punto com
le quitó fuerza. Con el transcurrir de los años, la tecnología ha mostrado su
verdadero poder: servir al ciudadano del común para acercarlo a bienes y
servicios prescindiendo de intermediarios que toda la vida se lucraron
ejerciendo esta función, muchas veces sin agregar verdadero valor.
Muy pocos sectores pueden sentirse a
salvo del remezón de la tecnología. El sector financiero está temblando frente
a los sistemas transaccionales basados en redes sociales, los intermediarios y
agencias de seguros se enfrentan a la venta automatizada de soluciones a través
de la web y de kioscos virtuales, los medios de comunicación tradicionales
achican sus salas de redacción para sobrevivir a la fuga de pauta publicitaria
hacia los medios digitales, las empresas de transporte de pasajeros se
revuelcan frente al arraigo que generan soluciones como Uber. Y la lista podría
seguir.
Sistemas como Netflix y Spotify se han encargado de cambiar el modelo de
negocio de la música, la televisión y, en general, del entretenimiento. Sin
intermediarios, sin publicidad, sin pausas y respondiendo a los gustos de cada
usuario. Así de fácil. Las compañías de televisión, los canales privados, las
disqueras, todos están en medio de este huracán.
¿Alguien en su casa piensa en llamar por
un fijo? A menos que sea estrictamente necesario tener que hablar, el famoso
teléfono de la casa no se levanta durante días porque ya existe Skype, Google
Talk y las llamadas de Whatsapp. La tendencia es tan fuerte que ahora sí las
empresas de telecomunicaciones le ‘regalan’ telefonía local ilimitada por 9 mil
pesos mensuales. Pero lo más evidente es que el nuevo consumidor prefiere
chatear que conversar, por eso bajan los paquetes mensuales de minutos de telefonía
celular.
¿Cómo está cambiando su negocio la
tecnología? Si aún piensa que su empresa no va a sentir ese látigo se equivoca.
Tarde o temprano un competidor, o un sustituto empezará a pisarle los talones,
así que invierta un poco de su tiempo en proyectar por dónde puede entrar la
tecnología a su negocio. Sea proactivo, anticípese al golpe y póngalo a su
favor antes de pasar a ser un espécimen de antiguo origen, que se quedó en la
economía del siglo pasado y no tuvo la capacidad de evolucionar.
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