El regreso de Bill Gates a la operación de Microsoft (aunque
sólo sea por tres días a la semana) así como el nombramiento de un ingeniero
experto en las soluciones en la nube como nuevo presidente de esta corporación
sólo significa una cosa: Todavía nadie tiene la fórmula del éxito para los
negocios en una economía digital.
Ni siquiera Google, con toda su carga innovadora, ha logrado
encontrarle la comba al palo y hace algunas semanas le vendió a Lenovo por un
poco más de 2.910 millones de dólares lo
que quedaba de Motorola, después de haber pagado más de 12.500 millones de
dólares por ella un año atrás.
Esto trae a mi memoria los recuerdos de los ‘billonarios’
que tumbaron a miles de ingenuos poco antes de que se reventara la burbuja de
internet, a finales de los años noventa. Han pasado 14 años desde ese fatídico
acontecimiento, que también desplumó a muchos colombianos que se dejaron echar
el cuento de los hijos de reconocidos banqueros de inversión que llegaron con
un discurso descresta bobos.
Acababa de empezar el siglo XXI, eran chicos educados en el
país del norte, con un enredado español y cábalas sobre las inmensas ganancias
que recibirían los inversionistas una vez el engranaje digital comenzara a
girar. Giró, y nada pasó. Las absurdas
valoraciones se quedaron en el aire cuando los ingresos no llegaron a manos
llenas, como muchos habían pronosticado.
Ahora un estudio de la Universidad de Princeton augura que
Facebook tendrá su peor momento en el 2017, cuando habrá perdido el 80% de sus
usuarios. Cierto o no, muchos están cansados de los cientos de comentarios vacíos
de conocidos y hasta amigos en esta red social. En lo personal, FB se ha
convertido en un espacio para saludar en momentos especiales y nada más, porque
me cansa andar divulgando mi vida, pensamientos y planes.
Amanecerá y veremos quién logra descifrar las claves de los
negocios en la economía digital.
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