Antes me daba pena reconocerlo, pero ya no: Yo soy de las
que sí cree en la literatura de autoayuda. A Coelho lo superé hace muchos años,
al igual que a Louise Hay y Deepak Chopra pero siempre habrá clásicos de este
género que nos ayudarán a echarle un poco más de gasolina a nuestros días,
especialmente cuando sentimos que las cosas no salen como esperábamos. La
actitud mental positiva: un camino hacia el éxito, de Napoleón Hill y Clement
Stone, llegó a mis manos gracias a un gran empresario y me ha contagiado de una
increíble AMP, con la que espero contagiar a muchos.
De los cientos de empresarios que he tenido la fortuna de
entrevistar sólo uno me sorprendió por
su increíble pesimismo. Y eso fue hace muchos años, cuando visité una planta de
jugos al sur de Bogotá.
Casi terminamos llorando juntos: por lo difícil que es
hacer empresa en Colombia, los altos costos de los créditos, la usura de los
impuestos y miles de problemas más que tenía en su cabeza.
Afortunadamente, cuando ya me encontraba a
punto de botar la maleta en mi idea emprendedora entró a la oficina su socio, un
hombre luminoso, lleno de energía, rebosante de entusiasmo y con una clara
visión de lo que quería en su negocio.
El alma me volvió al cuerpo y no me despegué de él por el
resto de la visita. Hoy la empresa sigue adelante y no me queda duda de que es
por la energía de este hombre que las cosas han marchado. Lo que sí no he
logrado entender es cómo no se ha contagiado del espíritu derrotista de su
socio.
En los nueve años de vida de nuestra empresa también he
visto pasar muchas personas negativas, aquellas que parecieran tener una nube
negra sobre su cabeza. De las que se quejan todo el tiempo y contagian a todo
aquel que se acerca. No han durado mucho con nosotros pero en el poco tiempo
que han estado sí han hecho un gran daño. De ahí la necesidad de mantenernos
siempre alertas sobre este tipo de personajes para neutralizarlos y evitar que
ese terrible virus de la AMN (actitud mental negativa) afecte a todo el equipo.
Afortunadamente no existe un solo camino hacia la AMN. Si no
es de los que lee libros entonces inténtelo viendo algún documental sobre
empresarios exitosos o cultive su espíritu con el poder innegable de la oración,
rodéese de gente que vibre con las cosas buenas de la vida. Para tener éxito en
la vida primero hay que sentirse exitoso y estar seguro de que toda situación
que aparece es solo un peldaño en la escalera del crecimiento personal.
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