lunes, 12 de noviembre de 2012

Con los crespos hechos


Por lo menos 500 de los cacaos más importantes del país se quedaron con las ganas de escuchar al Ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz Granados, hablar sobre las perspectivas de política industrial del Gobierno en el marco de la presentación del informe de Competitividad 2012-2013. En su lugar, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, inició su intervención preguntándose ¿qué hacía sentado en un foro sobre competitividad?

La respuesta, afortunadamente, tenía mucho sentido: buena parte de la política industrial de este Gobierno se ha hecho desde lo tributario.  El Mincomercio, entre tanto, se fue a Cali a encontrarse con sus colegas del Congreso en un debate sobre el TLC con la Unión Europea, que no tuvo mayores repercusiones mediáticas. El compromiso debía ser de marca mayor, pues no muchos se dan el lujo de ‘dejar metidos’ a los presidentes y voceros de las empresas que generan el 70% del PIB de Colombia.

Señor Ministro, se perdió usted de uno de los debates más interesantes que se haya visto sobre el tema de política empresarial, una razón era el peso de los invitados: los ex ministros de hacienda Rudolf Hommes y Guillermo Perry, el presidente de Carvajal, Ricardo Obregón y Dany Rodrick.

Primera conclusión, del ex ministro Hommes: “Con el estilo actual de Gobierno no vamos a lograr ningún cambio estructural y el primer gran esfuerzo se va a tener que enfocar en mejorar el sector gobierno”.

Segunda conclusión, de Ricardo Obregón: “Los empresarios deben poner la productividad en sus agendas, restructurar sus negocios y trasladarse hacia los puertos si quieren ser competitivos”.

Tercera conclusión, de Ricardo Obregón: “El gobierno tiene que ser efectivo en su acompañamiento para combatir la competencia desleal, mejorar con agilidad la infraestructura, darle prioridad a la educación como una política de estado y evitar que se nos sigan pasando años valiosos sin grandes avances”.

Cuarta conclusión, de Guillermo Perry: “Cambiar la estructura de financiación de parafiscales es un acierto, pero hay que incluir en ese paquete a las Cajas de Compensación Familiar. Es clave no castigar a quienes generan más empleo con más impuestos, pero sí empezar a recibir más de quienes generan más utilidades pero menos empleo”.

El presidente Santos sí llegó pero hizo uno de los discursos más improvisados de los que se tenga noticia. Él mismo lo anunció al inicio, cuando advirtió que iba a tener una charla más bien desordenada. Y vaya que la tuvo. Sinceramente no entendí el mensaje. Se supone que esta es la cumbre empresarial más importante del país, en donde se evalúa cómo van los compromisos del Gobierno con el tema de competitividad.

Pero fue lamentable la presentación del primer mandatario y, peor aún, que su ministro responsable de las políticas empresariales se hubiera marchado sin pena ni gloria me dejó un sinsabor bastante incómodo. ¿Qué estarán pensando hoy líderes de la talla de Luis Fernando Peláez (Sofasa), Ricardo Obregón (Carvajal), David Bojanini (Sura) entre los muchos otros que sacaron de sus apretadas agendas esas 6 horas para hablar sobre un tema tan importante como la competitividad?


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