¿Qué tienen en común el Dr. Raúl Cuero, científico asesor de
la Nasa, y un emprendedor anónimo como Don Mario Cogollo, gerente de Pinturas
Prime? El espíritu de curiosidad y la investigación. El Dr. Cuero cursó, con
gran esfuerzo, una brillante carrera científica que le ha generado grandes
alegrías a nuestro país. Don Mario es un autodidacta, estudió en el Sena, fue
ebanista y en el patio de su casa montó su taller de pruebas para desarrollar
pinturas y barnices. En pocos años inauguró su primera planta de producción y
hace poco abrió operaciones la segunda, en donde aplica nanotecnología e
insumos amigables con el medio ambiente. Este año, además, lanzó una línea de
productos agroecológicos.
Hace poco publicamos la historia del Dr. Cuero, que nos ha
conmovido y motivado a muchos a creer que todos los sueños se pueden hacer
realidad. Pero de manera particular me ha impactado la de Don Mario. Lo conocí
personalmente hace tres semanas en Medellín, llegó con sus hijos a la ceremonia
de entrega del galardón regional Gacela Misiónpyme. Y cuando escuchó su nombre, como uno de los
finalistas, no pudo disimular la emoción.
Pero lo mejor llegó al cierre de la ceremonia, cuando de
manera informal conversábamos con Crisanto Montagut, gerente de Truchas Belmira,
quien también resultó finalista. Yo noté cómo le brillaron los ojos a Don Mario
cuando se acercó a nosotros y, como quien no quiere la cosa, le lanzó una frase
mágica a Montagut: “le tengo el remedio para que mejore la productividad de sus
cultivos de trucha y baje los niveles de infecciones”.
En ese momento los dos guardamos silencio. “Iones negativos”,
continuó Don Mario en un tono solemne y luego remató con un “ya hicimos las
pruebas con la Universidad de Antioquia con excelentes resultados”. A partir de
ese momento, yo quedé relegada observando cómo estos dos empresarios buscaban
afinidades en sus negocios.
No sé si lograron concretar algo o lo harán pronto. De lo
que sí estoy convencida es que Don Mario es un científico de la vida, un hombre
para quien la investigación (curiosidad dicen muchos) es la razón por la que se levanta todos los
días. En sus manos está ahora la
solución para la pudrición del cogollo de la palma de aceite, un peligroso
agente que arrasa con hectáreas enteras de este costo cultivo. Después de un
año de inversiones en laboratorios y pruebas de campo todo está listo para que
en pocas semanas la iniciativa empiece a facturar. Y un poquito demorado, pero
con buenas perspectivas, la respuesta para la temida Cigatoka negra, que azota
al banano.
Y, como decía en Misiónpyme el Dr. Cuero, con este ejemplo
se comprueba que la innovación sólo lo es en la medida en que genera beneficios
económicos y sociales. Pero los científicos no solamente están en los laboratorios
desarrollando grandes inventos e innovaciones, también nos los encontramos
todos los días. A estos científicos de la vida también que darles el lugar que
se merecen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario