viernes, 22 de mayo de 2015

La meta no lo es todo

Cientos de filósofos, serios y baratos, han asegurado que la felicidad no radica sólo en alcanzar o conseguir cosas sino en vivir con intensidad el proceso de lograrlas.  Si aplicamos este concepto a las estrategias que realizan muchos colegios con el fin de mejorar sus resultados en las pruebas Saber 11 y, con ello su posicionamiento en el ranking de establecimientos educativos, podríamos encontrar una buena guía para evitar que en ese intento los muchachos sufran las presiones por alcanzar un mejor puntaje en lugar de disfrutar el proceso de aprender.

Y es que con una comunidad más informada sobre los resultados de las pruebas, se comienzan a evaluar aspectos que antes no eran tomados en cuenta. Bien recuerdo que cuando iba a entrar al colegio los criterios clave para elegirlo fueron la cercanía a la casa, el valor de la pensión, y la disciplina que impartieran.  En esas condiciones, llegué a un colegio de monjas, cuyo concepto de disciplina se basaba en revisarnos de pies a cabeza, verificar las tareas, cuidar nuestros vocabulario, llevarnos a misa todos los viernes y registrar en un carnet las fallas que encontraban.

Hoy los criterios han cambiado para muchas familias: una buena infraestructura en donde haya espacios para el deporte, el arte y la cultura, proyecto de bilingüismo, proyecto pedagógico sólido y educación en valores, que no es lo mismo que la disciplina a la que hacían referencia nuestros padres.

Por eso no podemos reducir la evaluación de un colegio a su posición dentro de un escalafón. Tampoco podemos negar que las mediciones son útiles y sirven para generar mejoras porque lo que no se mide no se gestiona, pero algunos colegios están llegando al extremo con prácticas ‘indelicadas’ con sus alumnos, a continuación presento sólo algunas que me han comentado algunos padres y funcionarios:
-       Filtrar en octavo grado a los alumnos con desempeños bajos para presionarlos de manera soterrada y llevarlos a cambiar de colegio, a fin de evitar que lleguen a grado once y le ‘dañen’ el promedio al colegio.
-       Contratar consultores expertos para que preparen a los muchachos desde grado noveno y los entrenen en la presentación de las pruebas, al mejor estilo robot, y sin tener en cuenta el proceso de aprendizaje genuino.
-       Pedirles a los alumnos con bajos rendimientos académicos que están en grado once que se presenten a la prueba Saber 11 a título personal y no a nombre del colegio.


Medir es positivo, pero siempre y cuando lleve a los líderes educativos a evaluar a conciencia cómo reforzar su propuesta pedagógica, de tal forma que la ubicación en un escalafón determinado sea el resultado de un excelente proceso de gestión educativa y no la meta por la que se sacrifica la alegría de aprender.

lunes, 18 de mayo de 2015

Los nuevos suburbios

El incremento de los proyectos de vivienda y de zonas empresariales en municipios vecinos a las grandes capitales del país plantea grandes retos para las empresas, las autoridades, los gobiernos y los prestadores de servicios.

Es un fenómeno natural, que se ha acelerado en los últimos años en Bogotá por el alto costo de la tierra que promueve el crecimiento de conjuntos residenciales en los corredores viales de Chía, Cajicá, Tocancipá y Sopó. Igual que en Medellín y Cali, en donde la dinámica de vivienda se ha trasladado hacia Jamundí y Palmira, creando grandes retos para la infraestructura vial de la capital vallecaucana.

¿Quiénes son esos nuevos consumidores que llegan como parvadas a estos municipios? Es importante identificar el perfil de los nuevos habitantes. En esencia son inmigrantes, que han decidido cambiar de residencia por diversos motivos entre los que se cuentan: traslado de su sede laboral, mejor calidad de vida en un ambiente menos contaminado, un espacio para gozar de un retiro menos azaroso, vivienda más cómoda a precios razonables.

Así es, la mayoria de quienes ocupan estos proyectos son familias con hijos pequeños, parejas jóvenes, o adultos mayores que han decidido darle un vuelco a su existencia y llevar un ritmo de vida más tranquilo. En ese orden de ideas ¿Qué  y cómo atender sus crecientes demandas de servicios de salud, entretenimiento, seguridad y educación?

Las empresas y los gobiernos tienen hoy estos retos sobre la mesa porque se trata de una población que puede impulsar el desarrollo de municipios estancados económicamente, como es el caso de jamundí en donde los grupos al margen de la ley han creado un barrera para el desarrollo de la zona. Ahora tienen en sus manos la gran oportunidad de integrar a estos nuevos pobladores en un círculo virtuoso que permita erradicar estos males y sustituirlos por actividades licítas que promuevan una mayor calidad de vida para todos.

De lo contrario, los recién llegados simplemente tendrán allí pequeños búnkeres vigilados y saldrán a las capitales a buscar soluciones a sus necesidades, llevándose con ellos sus billeteras y antojos.