De verdad yo no entiendo cómo funciona la
coordinación interministerial en materia económica, pero todo indica que en
ciertos casos los ministros necesitan del apoyo del sector privado para que en
Palacio los escuchen. Por lo menos esa fue la impresión que me quedó al
escuchar el discurso que, en nombre de la ministra de Comercio, leyó el
viceministro encargado, Daniel Arango, durante la presentación del Informe de
Competitividad 2014 – 2015 la semana pasada.
Afectada por un virus, la ministra
Cecilia Álvarez Correa no pudo intervenir en el evento, pero desde una mesa
cercana aprobaba cada una de las frases de Arango. Dejó clara la necesidad de
que entidades como la Dian y el ministerio de Minas y Energía trabajen de la
mano con su cartera para superar escollos que afectan la competitividad
industrial en el país.
En la agenda de la ministra aparecen
aspectos de gran urgencia que se han demorado años en ponerse en marcha:
-
Simplificación del estatuto
tributario, de tal forma que se facilite la tarea de presentar y pagar
impuestos para todos los empresarios.
-
Reducción de los costos de la
energía, un insumo de gran peso en la canasta de costos de la industria en todo
el país.
-
Expedición de un estatuto
aduanero que genere eficiencia para las operaciones de comercio exterior.
La ministra Álvarez Correa es una mujer
de acción, y así lo demostró con la expedición del decreto que reglamenta el
uso de escáneres en las aduanas del país, una petición que el sector privado
había puesto sobre la mesa desde hace por lo menos 10 años para disminuir los
tiempos de inspección de mercancías en los puertos de salida y entrada.
Ahora cabe esperar y hacer barra para que
logre sacar adelante estas aspiraciones que pondrían al sector privado
colombiano en una mejor posición competitiva.
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