En mi editorial de este mes, en la
revista MisiónPyme, me refiero al fenómeno que está alterando el orden de los
negocios: la tecnología de información y comunicaciones. Basta con ver el
impacto de Tappsi y Uber sobre el transporte de pasajeros, o la crisis que vive
la industria gráfica por cuenta de estos avances. Así que vale la pena
preguntarse ¿será que somos dinosaurios? ¿Estamos preparados para los efectos
de este meteorito de los negocios?
Hace algunos años un consultor experto en
pyme aseguraba que quizás los mejor que nos podía pasar era ser cucarachas,
pues según muchos, es el único animalito que sobreviviría a un ataque nuclear.
Pero no lo pongamos tan dramático; en
diciembre fui testigo de la capacidad de resilencia de estos bichos, que en lo
personal me parecen de lo más desagradable. Pasando las vacaciones en tierra
caliente, en donde abundan estos insectos, mi hija menor se acercó a una
cucaracha que su papá acababa de pisar con todo el impulso de sus 75 kilogramos
de peso.
El bicho yacía patas arriba,
aparentemente inerte, pero al cabo de pocos segundos dio un tremendo brinco y
se volteó arrancando en veloz carrera en busca de un refugio. Fue tal el susto
de todos frente a semejante reacción que sólo pegamos un grito y corrimos en dirección
contraria. ¡La cucaracha demostró su poder!
Bueno, tenemos mucho que aprender de
ellas, quizás para nuestros negocios es mejor ser pequeño, ligero, ágil y
decidido que grande, lento y pesado. De esa manera, podremos adaptarnos más rápido
cuando el impacto de este meteorito termine de aniquilar a las especies que no
lograron evolucionar a tiempo.
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