domingo, 18 de enero de 2015

Seamos proactivos

Prepararse para lo peor, esperando que pase lo mejor. Ese debe ser el lema de los empresarios para este 2015 y el 2016, ya que las perspectivas macroeconómicas del país lucen preocupantes según los principales analistas de Colombia. Pero más allá de asustarnos, la actitud debe ser la de anticiparnos: analizar muy bien la estructura de costos operacionales, evaluar el capital de trabajo con el que contamos y anticipar lo que podría pasar en el negocio de nuestros clientes.

La verdad es que un análisis realizado a una muestra de 180 empresas que participaron en los Premio Gacela nos permitió identificar que hay grandes oportunidades de mejora en las mayoría de nuestras pyme. Lo preocupante es que, al parecer, los empresarios no son conscientes de sus debilidades, ya que se inscribieron en el Premio estimando que contaban con la calidad suficiente para optar por el galardón.

Pero la realidad es otra. Sin entrar en el terreno del pesimismo, debemos empezar a manejar una visión más realista de nuestras circunstancias. ¿es nuestra utilidad neta la necesaria para garantizar el crecimiento del negocio? ¿tenemos un buen control de los costos y gastos operacionales? ¿estamos anticipando posibles problemas de caja o financiación? ¿está el endeudamiento bajo control y en niveles financieramente saludables?

Otra situación que percibimos es que muchas empresas tienen un crecimiento orgánico, nada extraordinario, pero sus indicadores financieros muestran un deterioro progresivo de su situación. Esto puede mostrar que los clientes comienzan a perder interés en nuestros productos o servicios, o que el sector se encuentra en un momento de cambio estructural muy fuerte, o que la competencia nos está ganando el pulso.

Las dificultades son oportunidades para anticiparnos a los cambios, para innovar y para mantenernos vigentes, y con toda seguridad vienen tiempos que nos exigirán ser mucho más creativos.


lunes, 12 de enero de 2015

El año de la verdad

 El 2015 será el año en que se demostrará qué tan sólida es la estrategia del Gobierno para generar crecimiento. Ya no habrá bonanza petrolera, el boom constructor se habrá moderado y la reforma tributaria tendrá atenazados a muchos de los principales generadores de empleo del país ¿será que el ministro Cárdenas hace gala de sus premios como mejor ministro de Hacienda?

Recientemente dijo que esperaba que la industria, el comercio y los servicios movieran la economía. Tan solo hay que esperar un trimestre para saber si esto realmente pasará o tendremos que amarrarnos los cinturones para un descenso peligroso.

Pero el asunto no es sólo de crecimiento, porque en materia de estadística parece que las cifras van por un lado pero la realidad por otra. También hay que trabajar en condiciones de entorno críticas: menos corrupción, más justicia y menos inseguridad.


El país clama por una justicia digna y por una estrategia de seguridad ciudadana más efectiva. La eficiencia no solo debe beneficiar a los que pueden pagar por ella, debe ser para todos. Sólo en esas condiciones podremos los colombianos sentir que vale la pena trabajar por una nueva Colombia y que no se trata sólo de conseguirle Premios a un Gobierno que se especializó en ser la Miss Universo de la economía cuando sus fundamentales siguen enredados.